Duro tal cual cristal,
atractivo y sensual.
Se rompe tras mirar
un futuro desleal.
Cobarde y traicionero
da pistas que extrae del recuerdo.
Está escrito por el pasado
pero no está demostrado,
ni juzga ni puede ser juzgado.
Cada uno escribirá su legado,
después de presente será pasado,
después de escrito, para ser recordado.
Entrenado tal cual metal
machacado a golpes, ahora letal,
hoja de espada para cortar.
Su fin, atacar.
Abrirse paso en la oscuridad.
Adiestrado en la barbaridad,
estocada a su maestro,
libre por la eternidad.
Corre sin mirar atrás
al fin logró escapar,
su ley podrá dictar.
El sabio elegirá la realidad,
ya que bien sea cristal o metal
ninguno emite reflejos con claridad.
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