domingo, 29 de diciembre de 2013

27.

Privado de ojos el Sol
cada noche a su colchón
se retira a envidiarme.

Así impone su castigo,
tras verte durante el día,
se va con alevosía
loco de no estar contigo.

Aunque a oscuras triste quedo
no contemplo tu belleza,
recorro tu silueta.
Es su castigo mi anhelo.

Me compadezco de ti.
¡Oh Sol! ¡Qué pobre infeliz!
¡Así no me haces sufrir!
¡Así aún soy más feliz!

No hay comentarios:

Publicar un comentario