domingo, 29 de diciembre de 2013

7.Carta a mi árbol de navidad


Ya pasó la navidad,
pero no se caen tus hilos de oro
tus adornos de porcelana
ni tus bolitas celeste.
¿Qué árbol es éste?
Árbol implacable
impenetrable.
De hielo recubierto
por el invierno incierto
pero sé que algo hay dentro
la verdad se esconde más allá
de lo que el cristal pudiera tapar.
¿Qué quieres demostrar?
No podrás rellenar de piedras el mar.
Tu intento será en vano
pero te daré la mano.
No puedes odiar si no has amado,
no podrás leer si no has escuchado.
Arbolito deja salir lo que te has guardado
entre tus muros quedo atrapado.
Jugosa carne motriz
que está en el hombre
igual que en la perdiz.
Carne de vida y esperanza
se pierde cada vez que el tiempo avanza.
De remordimiento
 y arrepentimiento
el mar se llenará.
Ni el tiempo ni el viento
la marea calmará.
Débil la naturaleza
fuerte la razón
si de verdad aprieta.
Vamos arbolito ¡despierta!
El sol ha salido
mi brazo tienes extendido.
Sé qué prefieres el hielo
pero otro destino anhelo
mientras tanto…
Seguiré a  ti paralelo.
De tu cumbre esta carta colgare
aunque respuesta ya no esperaré.
Cuando tu pared se derrita
no podre oír como gritas.
Entre antojos y despojos
no se alteran tus ojos
que observan
pero las palabras reservan.
De sabios es no hablar
si no es importante lo que contar.
Entrégate a tu voluntad
no reafirmes tu frialdad.
Venga arbolito… ¡tienes que escuchar!
lo que dice tu mente y no los demás.
No importa que no vayas a la moda
siempre serán los más preciosos
tus hilos, porcelanas y bolas.
Tu eres árbol de navidad
se nota si no estás,
Nunca quedaras conforme
por mucho que te adorne.
De alma se viste
mi uniforme
y aun así guardaras
mis latidos en tu cofre.
No recuperaré
mi más preciado tesoro
ya que se desvaneció
en el lugar de tu oro.
Con la puntera de mis dedos
te rozo entre caricias,
pero no llego en los días.
no escriben mis pupilas
no leen mis oídos
llora por ti mi piel
es la luna mi hiel.
Elegiré un nuevo destino
sin rumbo ni camino,
si me acompañas
compartiré mi pan y mi vino.
Arbolito,
esperaré sentado
que el tiempo recoja
lo que he sellado.


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